ORIGEN Y DESARROLLO DE LAS COFRADÍAS DEL SANTO CRISTO Y NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO EN CANDÁS
No podemos datar con precisión la fecha de fundación
de la cofradía del Santo Cristo, en adelante CST, pues los libros de la
cofradía comienzan en el año 1654 con las cuentas de ese año y las únicas
constituciones que hemos localizado son del año 1706. Sin embargo Carlos
González Posada sitúa el año fundacional en 163632,
lo que es factible pues en 1643 se constata la presencia de la imagen del santo
Cristo en el altar mayor de la iglesia parroquial33.
Todo lo cual implicaría no sólo la pérdida de los estatutos originales sino de
la documentación de los primeros dieciocho años de vida de la cofradía. En
cualquier caso nada ha quedado registrado sobre los motivos que pudieron llevar
a la fundación de la cofradía. Pero si admitimos la tesis de Fermín Canella,
según la cual la imagen fue trasladada de la capilla dedicada a Santiago, en la
misma villa de Candás, a la iglesia
parroquial en fecha imprecisa pero no muy avanzada del siglo XVII y aceptamos
el año de fundación propuesto por González Posada, podemos afirmar que la
colocación de la imagen en su nuevo sitial coincidiría e impulsaría la creación
de la cofradía entre 1636 y 1643.
La devoción al Santo Cristo candasino se hallaba en
sintonía con una práctica cristiana más individualista surgida a finales de la
Edad Media, siglos XV – XVI, que provocó, entre otras consecuencias, la aparición de nuevas necesidades
espirituales. Entre éstas estaría la de buscar ejemplos a seguir en el
trascendental momento de la muerte y protección en la vida post mortem. Para
ambas demandas Cristo sería sin duda el mejor ejemplo35y
protector posible. Sin embargo los devotos parece que derivaron sus solicitudes
de protección a ámbitos más terrenales con el fin de evitar o retrasar lo más
posible la muerte. Así se recurre al Cristo de Candás en 1699 para solicitarle
la lluvia que aliviara la pertinaz sequía. La finalización del novenario, con
el que se concretó la petición,
coincidió con el inicio de las lluvias que provocaron la salvación de
las cosechas. Y fue este “milagro”36que
salva de la muerte el que parece fortalecer el culto a la imagen extendiéndolo
a otros pueblos del concejo e incluso fuera de éste.
Con la fama crecen las donaciones y las limosnas, a
tal punto que gracias a ellas se construye el Camarín del Cristo, obra iniciada
en 1713 y concluida en 172937, por
encima del altar mayor, con su propia entrada y retablo, concluido en 1734,
dominando el crucero y la nave de la iglesia parroquial, a la que comienzan a
referirse en el libro de cofradía como santuario. Se concretan así las
dependencias de su culto que no dejan de crecer en el siglo XVIII,
incorporándose a ellas una sacristía en 1770. Por el contrario el número de
cofrades no deja de disminuir y de una media de 110 entre 1701 – 25, se pasa a 58 entre 1776 – 1800 y a 11 entre 1800
y 182538. El descenso podría ser consecuencia tanto de una devoción individual
y basada en las contrapartidas vitales que se reciben del Santo Cristo, que
harían innecesarias las devociones en grupo, como de la derivación a la
Iglesia, en la persona del párroco, de otras tareas primitivamente encomendadas
a la cofradía como grupo de fieles, tales como el mantenimiento de los lugares
de culto o las honras fúnebres de los cofrades fallecidos.
La cofradía de Nuestra Señora del Rosario, en
adelante NSR, parece que inicia su andadura en 1662, año en la que se recoge la
orden del visitador de la diócesis a los cofrades para que redacten
constituciones o que dejen la tarea en manos del párroco, que se deberá guiar
para ello de lo establecido en la bula del Rosario39.
Será éste último quién concluya la tarea encomendada el 28 de Febrero de 1663
con la aprobación del texto encargado por el padre prior del convento de los
dominicos de Oviedo, Francisco de Uría40.
Si bien los documentos disponibles se remontan a
1661, la cofradía estaba fundada antes de 1604 ya que en el prólogo de las
citadas constituciones de 1663 se hace referencia a la visita que realizó en
1604 el prior del convento de los dominicos de Oviedo, Baltasar de Solís, para
ordenar y reorganizar la cofradía y ampliarla a otros sectores de la sociedad
candasina que no fueran los marineros y pescadores. Intento baldío por cuanto
el párroco afirma en el citado texto que sólo los miembros del gremio de
mareantes sostuvieron la cofradía entre 1604 y 1663.
Por tanto parecen ser los dominicos los impulsores
de la devoción del Rosario, al menos en el caso de Candás. La orden se
estableció en Oviedo en 1518, apoyados por el obispo Diego de Muros, deseoso de
que las prédicas de los miembros de la Orden mejorasen la descuidada vida
religiosa de la población del Principado41.
Los dominicos potenciaban el culto a la Virgen del Rosario, iniciado por uno de
sus miembros el bretón Alain de la Roche hacia 147042. Las primeras cofradías aparecen la
década de 1470 - 148043en
honor a un advocación de la Virgen, cuya iconografía deriva de la Virgen de la
Misericordia nacida en el siglo XIII en el seno de la Orden del Cister44. El culto mariano cobró fuerzas desde
el siglo XV en todo Occidente45y
entroncaría con la necesidad de nuevas devociones ante nuevas necesidades
espirituales, ya aludida al hablar del Santo Cristo, de carácter individualista
como la necesidad de protección en el momento más individual del hombre, su
propia muerte, y que Tenenti califica de acto central en la vida del cristiano46. Si Cristo era el mejor protector y
ejemplo posible, su madre es sin duda la mejor intercesora.
Con estos datos podemos afirmar que la NSR fue
fundada, con una colaboración imprecisa de los dominicos, entre 1518 y 1604 y mantenida desde un primer
momento por los marineros y pescadores de Candás. La vinculación al gremio
creció con el paso del tiempo y en el siglo XVII puede considerarse un anexo
del gremio de mareantes, que le incorporan otras dos devociones: la del Dulce
Nombre de Jesús en 169247 y la
del Santísimo Sacramento, al menos en 167648y
contribuye, ya en el siglo XVIII, con su
capital a los gastos de la fiesta de otra tercera, la de San Telmo.
Pero el gremio intentó siempre tener el control
absoluto de la cofradía. Y si en la CST lo más llamativo es el crecimiento
inverso de fama y cofrades, en NSR es la lucha por el control total que se
establece entre el gremio de mareantes y la Iglesia. El conflicto se concretó
en el control de los fondos de la cofradía. Las cuentas eran supervisadas en
primera instancia por el párroco, en nombre del obispo de Oviedo y del prior de los dominicos, y en segunda
instancia por el visitador de la diócesis, delegado del prelado de la diócesis.
El gremio trató en reiteradas ocasiones de traspasar fondos de la cofradía a su
propia caja. Hasta 1753 los intentos se saldaron con un rotundo fracaso, pero
desde esa fecha no hubo oposición y el gremio trasvasó fondos siempre que lo
consideró oportuno (1760, 1768, 1774, 1779, 1781, 1783, 1784, 1786, 1787, 1790,
1791, 1795). Es evidente que a partir de la segunda mitad del siglo XVIII el
control ejercido por los representantes de la Iglesia sobre la cofradía es
mínimo, a tal punto que en 1795 los mayordomos de NSR se niegan a presentar las
cuentas anuales a otro que no sea el juez subdelegado de marina de Candás y
Luanco, con lo que los restos de presencia eclesial en la toma de decisiones desaparecen.
Podemos concluir afirmando que ambas cofradías
siguen derroteros distintos en su desarrollo. La CST está formada por laicos y
eclesiásticos de distinta extracción social y desarrollo vital como veremos a
lo largo del presente trabajo, sufre una reducción progresiva de sus miembros,
no mantiene enfrentamientos con la Iglesia (cuyos miembros acabaran ostentado
el control absoluto de la cofradía49)y
perdura hasta el siglo XX. Por el contrario NSR la forman miembros del gremio
de mareantes de la villa, sufre los mismos vaivenes que éste en su número de
miembros, mantiene duros choque con la Iglesia por el control económico de la
cofradía y desaparece con el gremio que la amparó.
32 González
Posada C. Op cit, pag 48
33 Urones
Prieto J. Op cit, pag 4
35 Delumeau J
La Reforma, pag 9, ed 1985
36 A.P.C Libro
de cofradía del Santo Cristo...(1654 – 1751), año 1699 s/fº
37 A.P.C
Ibid, años 1713 y 1729
38 Urones
Prieto J. Op. Cit pag 51
39 APC Libro
de cofradía de Nuestra Señora del Rosario (1661 – 1734), s/fº. Visita del
8.12.1662
40 APC Ibid, s/fº, año 1663
41 González
Novalín JL Op cit pag 196
42 Delumeau J Op cit pag 10
43 Tenenti A
y Ruggiero R Los fundamentos del Mundo Moderno, pag 215 ed. 1983
44 Trens M Iconografía
de la Virgen en el Arte español, pag 258
45 Tenenti A
y Ruggiero R Op cit, pag 215
46 Ibid pag
90 -91
47 APC Libro
de cofradía del Dulce Nombre de Jesús, fº 86 Acuerdo del 13.04.92
48 APC Libro
de Cofradía de Nuestra... (1661 – 1734) fº 51v, fechado el 25 de Marzo de
1676
49 Urones
Prieto J Op cit, pag 132
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