Jovellanos sobre el capitel corintio de S. Nicolás de Bari en Avilés (1804)
Hay en Avilés una antigualla poco conocida, aunque expuesta a la vista de todo el mundo, y que da lugar a algunas reflexiones. Es un capitel de hermoso mármol blanco, de orden corintio, de carácter grandioso, perfectamente trabajado y bastante bien conservado. Hoy sirve de pila para el agua bendita y está a la parte exterior de la puerta de la parroquia de San Nicolás, a mano derecha como entramos. Ya se ve que para este destino se hubo de excavarlo en la parte superior. Como sea obra del mejor gusto y de mano inteligente, es claro, primero: que por sus módulos se puede determinar el tamaño de la gran columna que coronaba; segundo: que como la columna sea en la arquitectura un cuerpo de apoyo, hace conjeturar que pertenecía a un grande y magnífico edificio, ora fuese templo o palacio, o cosa semejante; tercero: que la materia y el tamaño prueban lo mismo que su forma; cuarto: que no siendo verosímil que esta pieza suelta fuese traída allí de lejos, prueba también que tal edificio honró alguna vez a Avilés; quinto: que por todo lo dicho se puede inferir que este monumento por lo menos perteneció a la época del dominio romano. ¿Será, acaso, que perteneciese a alguno de los muchos palacios que, como dice Mariana, edificó en España el emperador Galieno, pues que en Avilés hay un barrio llamado Galiana o La Galiana? Otros lo juzguen: yo no hago más que indicar. El arquitecto Peña Padura sacó de este capitel para mí una bella copia que pereció: pero él podrá confirmar y tal vez ampliar lo que digo, pues vive en Madrid. (Jovellanos 1804). El capitel en la actualidad como pila bautismal de S. Nicolás de Bari

               

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